domingo, 24 de abril de 2011

el tiempo.


el tiempo me ha enseñado que el pasado sirve para recordar, para mirar esos recuerdos con otros ojos, para enseñarte que tus pasos pueden ser mejor en un futuro, para aprender de los errores.

el tiempo me ha enseñado que olvidamos a las personas que mas nos quieren. Esas personas que, por distintas razones, el mismo tiempo nos hace ignorar por un tiempo, pero que sabemos que siempre estaran ahi. Estas personas, sin duda, son las que mas valen. Valen oro. Da igual el tamaño que tengan fisicamente, porque por dentro son grandes personas, a pesar de lo que muchos digan.

El tiempo me ha enseñado que, lo que soy hoy, es gracias a todas y cada una de las personas que han pasado por mi vida. Buenas o malas. El simple hecho de haberlas conocido me ha influido, hasta las mas fugaz.

El tiempo no pasa en vano, cada dia y cada minuto nos enseña algo, lo veamos o no. A veces hay cosas que no somos capaces de ver. Al dia ignoramos mil cosas, que luego, con el tiempo, te das cuenta de ellas.

El tiempo no hay que desaprovecharlo en estupidas manias o rencores y orgullos. ¿De que nos sirve?¿Acaso eso nos hace sentirnos mejor? Puede que en el momento si, pero a la larga, te arrepentiras de muchas cosas que no pudiste hacer o decir por este mismo orgullo. Tiempo perdido. No es algo que debamos desaprovechar.

Al tiempo debemos agradecerle mas cosas de las que pensamos. A veces nos gustaria pararlo, y no podemos. Otras, nos gustaria que fuera mas rapido, pero tampoco podemos. Nos tenemos que conformar con que pase simplemente. Si queremos que se pare, solo tenemos que sentarnos en un gran parque verde y pasarnos horas alli. Si queremos que vaya mas rapido, busca momentos que te quiten el aliento, momentos en los que pienses "quiero que todo se pare...".

El tiempo, ese gran desconocido que, sin embargo, nos acompaña en cada segundo.

sábado, 23 de abril de 2011

Verdades de las que nadie se da cuenta


"Nos hicieron creer que "el gran amor" sólo sucede una vez, generalmente antes de ... los treinta.
No nos contaron que el amor no es accionado, ni llega en un momento determinado.

Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas la responsabilidad de completar lo que nos falta.
Las personas crecen a través de la gente; si estamos en buena compañía es más agradable.

Nos hicieron creer en la fórmula llamada "dos en uno": dos personas pensando igual, actuando igual, que era eso lo que funcionaba. No nos contaron que eso tiene nombre: anulación. Que sólo siendo individuos con personalidad propia podremos tener una relación saludable.

Nos hicieron creer que el casamiento es obligatorio y que los deseos fuera de término deben ser reprimidos. Nos hicieron creer que los lindos y flacos son más amados.

Nos hicieron creer que sólo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos, y los que escapan de ella están condenados a la marginalidad. No nos contaron que estas fórmulas son equivocadas, frustan a las personas, son alienantes y que podemos intentar otras alternativas.

¡Ah!, tampoco nos dijeron que nadie nos iba a decir todo esto. Cada uno lo va a tener que descubrir solito. Y ahí, cuando estés muy "enamorado de ti mismo, vas a poder ser muy feliz y te vas a enamorar de alguien".

Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor... aunque la violencia se practica a plena luz del día".
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