Con los pies en la tierra ... y la cabeza en las nubes.

¿Nos hemos parado a pensar alguna vez por qué las cosas no funcionan, aunque las forcemos?
Solía pensar que era el destino el que guiaba nuestros pasos, y que nosotros nos limitamos a seguirnos. Pero no es así.

¿Porque nos empeñamos en que algo funcione, aunque este destinado a no funcionar?
Es todo difícil de entender, aunque a veces también somos nosotros los que complicamos todo pensando demasiado. A veces lo complicamos todo porque somos nosotros mismos el problema, y no nos damos cuenta.

Odio las rachas de "no saber que quiero" en todos los sentidos, es como si no tuviera ningún objetivo, ningún camino ... Hoy quiero seguir por este, mañana no. Y así se puede ir la vida pensando en qué camino elegir, qué hacer, qué no hacer. Lo que no sabemos, es que cuando has escogido un camino, y estas andando por él , has tenido que tener claro previamente el camino que escogiste y, lo más importante, porqué lo escogiste. No puedes de repente darte la vuelta sin pensar en las consecuencias, como si no pasase nada.

Está claro que a veces es mejor no pensar. Quizás sea esa la forma de encontrar tu camino.